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jueves, 14 de julio de 2011

Mi regreso de nuevo..

 

Quiero disculparme con todo ustedes amigos mío porque no había escritos estos mensaje tan positivos en el blog por motivo de trabajo, estaba muy ocupado que no tenia tiempo para ello, pero ahora por lo menos escribiré mas a menudo sobre lo que esta haciendo, ok.

Agradezco su compresión ante todo, así que por favor la vida sigue: les dejo este mensaje de la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

He llegado a aprender de primera mano, que un muy poderoso y duradero espíritu germina sobre la obra de buscar nombres en los registros y de la historia de las vidas de nuestros antepasados. Durante algunos años una gran porción de mis plegarias y esfuerzos ha sido dedicada a la obra del templo y genealogía de la Iglesia.

Hay algo al respecto que podemos sentir pero no podemos explicar, un espíritu dinámico, que nos insta hacia adelante, como si alguien nos suplicara que no lo perdamos o que no lo olvidemos.

Hace algunos años una madre me contó la historia de su vida. Su esposo la abandonó con un niño al que tuvo que criar. Cuando el niño tenía nueve años contrajo una infección mortal. De alguna manera él se dio cuenta, en su mente de niño, que no viviría. Y durante las últimas dos o tres semanas se aferró a su madre diciéndole: ¿mamá, verdad que no te olvidarás de mí?, por favor mamá, no me olvides. Mamá, yo nunca seré olvidado, ¿lo seré?.

Me sentí profundamente conmovido, porque me di cuenta de que en la súplica de este pequeño niño, se muestra algo de los sentimientos de cada uno de nosotros, esperando que de alguna manera, al final seamos recordados, esperando que algo habrá de lo que hayamos hecho, que valga la pena recordar. Seguramente nuestros antepasados también lo sienten así.

(Boyd K. Packer, Memorable stories with a message, págs. 5-6)

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