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martes, 30 de noviembre de 2010

Otros significado del Orgullo.

El Orgullo

También recuerdo un interesante efecto secundario del influyente discurso del presidente Benson. Por un tiempo, casi llegó a ser tabú entre los miembros de la Iglesia decir que estaban “orgullosos” de sus hijos o de su país, o que se “enorgullecían” de su trabajo. La palabra misma orgullo parecía haberse desterrado de nuestro vocabulario.
En las Escrituras hallamos abundantes ejemplos de personas buenas y justas que se regocijan en la rectitud y al mismo tiempo se glorían en la bondad de Dios. Nuestro Padre Celestial mismo presenta a Su Hijo Amado con las palabras “en quien me complazco”.
Alma se glorió en la idea de que podía ser “un instrumento en las manos de Dios”. El apóstol Pablo se glorió en la fidelidad de los miembros de la Iglesia. El gran misionero Amón se glorió en el éxito que él y sus hermanos habían tenido como misioneros.
Creo que hay una diferencia entre estar orgulloso de ciertas cosas y ser orgulloso. Estoy orgulloso de muchas cosas; estoy orgulloso de mi esposa; estoy orgulloso de nuestros hijos y nietos.
Estoy orgulloso de los jóvenes de la Iglesia, y me regocijo en lo bueno que son. Estoy orgulloso de ustedes, mis queridos y fieles hermanos. Estoy orgulloso de trabajar codo a codo con ustedes como poseedor del santo sacerdocio de Dios.

(Dieter F. Utchdorf, Conferencia General, octubre 2010, Sesión del Sacerdocio)

domingo, 14 de noviembre de 2010

La Vida de Miembro de la Iglesia de Jesucristo no es fácil, pero vale la pena vivirlo.

Harold B. Lee

Quizás penséis que en comparación, la vida de un miembro activo de la Iglesia no es fácil, con sus constantes inhibiciones y restricciones, con el servicio que tenéis que rendir, el sacrificio que se os requiere en forma de tiempo, talento, dinero y los problemas de conciencia que se desarrollan cuando actuamos por debajo de las normas que profesamos. Podéis pensar que esas energías aplicadas a otros quehaceres podrían pagar mejores dividendos, y que la religión debería dejarse para aquellos que no merecen nada mejor. Pero antes de llegar a una decisión final acerca del curso que vais a seguir, permitidme ayudaros a levantar vuestra visión hasta un punto de vista más elevado, para que así podáis ver las cosas como en realidad son.

La fruta hermosa y exquisita al paladar, no se desarrolla con tales atributos a menos que las raíces del árbol madre se encuentren plantadas en suelo rico y fértil, que al árbol se le administren a su debido tiempo la poda, el cultivo y el riego adecuados. Del mismo modo, los sabrosos frutos de la virtud y la castidad, la honradez, templanza, integridad y fidelidad, no han de encontrarse desarrollándose en un individuo cuya vida no esté fundada sobre un firme testimonio de las verdades del evangelio, de la vida y la misión del Señor Jesucristo. Para llegar a ser verdaderamente rectos se requiere una poda diaria de los brotes de maldad que se desarrollan en nuestro carácter, mediante un diario arrepentimiento del pecado. ¿Quién es el autor del programa que así disfraza la maldad y el pecado, para hacerlos tan deseables a nuestros apetitos? Cuando hubo guerra en los cielos, Lucifer, hijo espiritual de Dios aun antes de que la tierra fuese formada, le propuso un plan bajo el cual los mortales serían salvos sin ningún esfuerzo o elección, y por este servicio él demandó la gloria y el honor de Dios. El plan de nuestro Salvador Jehová, fue de darle a cada cual el derecho de elegir por sí mismo el curso que seguiría en la vida terrestre, y todo sería hecho para el honor y gloria de Dios, nuestro Padre Celestial. El plan de Jehová fue aceptado; el de Satanás fue rechazado.

(Harold B. Lee, Liahona, enero de 1972, pág. 2)

El Orgullo es un interruptor.

President Dieter F. Uchtdorf

El orgullo es un interruptor que apaga el poder del sacerdocio. La humildad es un interruptor que lo enciende.

Mis queridos hermanos, gracias por congregarse por todo el mundo para esta sesión del sacerdocio de la conferencia general. Su presencia demuestra su compromiso de unirse, dondequiera que estén, a sus hermanos que poseen el santo sacerdocio, y servir y honrar a su Señor y Redentor Jesucristo.

A menudo, marcamos el lapso de nuestra vida en base a acontecimientos que dejan impresiones en nuestra mente y corazón. Hay muchos de esos acontecimientos en mi vida, uno de los cuales ocurrió en 1989, cuando escuché el imperecedero sermón del presidente Ezra Taft Benson, “Cuidaos del orgullo”. En la introducción se hizo la observación de que por algún tiempo, el presidente Benson había estado dando seria consideración en su alma a este tema.

He sentido una carga semejante durante los últimos meses. Los susurros del Espíritu Santo me han instado a añadir mi voz como otro testimonio del mensaje que el presidente Benson pronunció hace veintiún años.

Toda persona ha tenido al menos una experiencia casual, cuando no íntima, con el pecado del orgullo. Nadie lo ha evitado, y pocas personas lo superan. Cuando le dije a mi esposa que éste sería el tema de mi discurso, sonrió y dijo: “Es muy bueno que hables de cosas sobre las que sabes tanto”.

(Dieter F. Utchdorf, Conferencia General, octubre 2010, Sesión del Sacerdocio)

viernes, 12 de noviembre de 2010

El Señor Jesucristo, quien es el Príncipe de Paz.

Entrada a Jerusalem

El Señor Jesucristo, quien es el Príncipe de Paz, nos enseña a establecer la paz en nuestros hogares. Él nos enseña a ser sumisos o, en otras palabras, ceder a la voluntad o al poder del Señor. “Ve y dile ‘lo siento’ ”. Él nos enseña a ser mansos o, en otras palabras, a ser “tranquilos; suaves; amables; no irritarnos ni enojarnos fácilmente; flexibles; dispuestos a ejercitar la paciencia”.  Él nos enseña a ser humildes o, en otras palabras, “modestos; mansos; sumisos; opuestos al orgullo, a la altanería, a la arrogancia ol jactancia”.

“Lo siento, perdóname por lo que hice”. Él nos enseña a ser pacientes o, en otras palabras, a “tener la cualidad de soportar los males sin murmurar ni irritarnos”, o a “mantener la calma ante el sufrimiento o las ofensas”.  Él nos enseña a estar llenos de amor. “Te amo y no quiero lastimarte”.

Sí, Él nos enseña a dejar de lado el hombre natural, como el padre del relato que le pidió ayuda al Señor. Así como ese padre tomó a su hija entre sus brazos de amor, de la misma manera el Salvador nos extiende Sus brazos para abrazarnos durante nuestros momentos de verdadero arrepentimiento.

Él nos enseña a ser “santos por medio de la expiación de Cristo el Señor”; y entonces nos reconciliamos con Dios y llegamos a ser Sus amigos. Doy testimonio de la realidad y del poder de la expiación del Salvador para limpiar, purificar y santificarnos a nosotros y nuestros hogares, mientras nos esforzamos por dejar el hombre natural y seguirlo a Él.

Él es “el cordero de Dios”, “Él es el Santo y justo”, “y se [llama] su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de Paz”

(Juan Uceda, Conferencia General, octubre 2010, sesión del sacerdocio)

Somos Hijos de Dios y muy importante.

Fe_en_Cristo

No importa en qué país viva, lo joven o inadecuado que se sienta, la edad que tenga o lo limitado que se considere, yo testifico que Dios lo ama individualmente, usted es clave en el propósito de Su obra, y los oficiales presidentes de Su Iglesia lo aprecian y oran por usted. El valor personal, el esplendor sagrado de cada uno de ustedes es la razón por la cual hay un plan de salvación y exaltación. Contrario a lo que se dice usualmente, esto tiene que ver con ustedes.

(Jeffrey R. Holland, Conferencia General, octubre 2010, sesión sábado por la mañana)

Esa es la realidad de nosotros los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, regresan a la presencia de Nuestro Padre Celestial y lo mas importante de todo es la comunión que tengamos con El, Padre Celestial no importa donde estemos porque la Iglesia seguirá siendo la misma, tal como si se tratase de estar en casa, creo que tenemos un valor incalculabre para Nuestro Padre Celestial y no podemos echarlo a perder por nada de este mundo, si tan solo nos preocupáramos mas por asistir a la iglesia, asistir al Templo. estaríamos mas conscientes de nuestros actos.

Francisco Guadamuz

Os instamos a que permanezcáis limpios, sin contaminación, puros.

Moroni

Y con respecto a una de las maldades más destructivas de Satanás, amonestamos vigorosamente a todos nuestros miembros, desde la niñez hasta la ancianidad, que se cuiden de las cadenas de la servidumbre, padecimiento o remordimiento que resultan del uso indebido del cuerpo.

El cuerpo humano es el hogar sagrado para el espíritu que es el Hijo de Dios, y su manipulación injustificada o su profanación sólo pueden ocasionar remordimiento y pesar. Os instamos a que permanezcáis limpios, sin contaminación, puros.

El apóstol Judas dice: "En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos" (Judas 18), junto con el apóstol Pedro os instamos a que "os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma" (1 Pedro 2:11 ). No deben existir exposiciones indecentes del cuerpo, ni pornografía, ni otras aberraciones que corrompen la mente y el espíritu; tampoco el manoseo del cuerpo ya sea el propio o el de otra persona, ni las relaciones sexuales, excepto dentro de los debidos vínculos conyugales. Esto está terminantemente prohibido por nuestro Creador en todo lugar y en toda época, y nosotros lo reafirmamos. Hasta en el matrimonio puede haber algunos excesos y tergiversaciones. Ninguna auto justificación al respecto podrá conformar a un Padre Celestial desilusionado. En relación con esto citamos palabras de un conocido evangelista norteamericano:

"La Biblia aprueba la función sexual y su uso debido, y la presenta como algo creado, ordenado y bendecido por Dios. Aclara que Dios mismo implantó la atracción física entre los sexos por dos motivos: para la propagación de la raza humana y para la expresión de esta clase de amor entre el hombre y la mujer, que constituye la verdadera unidad. Su mandamiento a la primera pareja de ser 'una sola carne' fue tan importante como su precepto de fructificad y multiplicaos".

La Biblia aclara que la maldad, mando se refiere a la función sexual, no significa el uso de algo inherentemente corrupto, sino el abuso de algo puro y bueno. Claramente enseña que la función sexual puede ser un siervo maravilloso, pero un amo terrible; que puede ser una fuerza creadora más potente que cualquier otra en la formación del amor, el compañerismo y la felicidad, o, por el contrario, la más destructiva de todas las fuerzas de la vida" (Billy Graham, Reader's Digest, mayo de 1970, pág. 118).

Nuevamente reafirmamos nuestra fuerte e inalterable posición contra la incontinencia en todas sus muchas manifestaciones.

(Spencer W. Kimball, Conferencia General, abril de 1974)

¿Cual es nuestro Problema ?

Spencer W Kimball

Junto con nuestro crecimiento sin precedente, nuestro siguiente problema es indudablemente el mundo; no las altas montañas ni los amplios valles, los candentes desiertos ni los mares profundos, sino el sistema de vida al cual muchos de nuestros miembros se adaptan. "No améis al mundo, ni las cosas que salen del mundo' dijo Juan. "Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él." "Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo' (Juan 2:15-16). ¡La intrusión del mundo en nuestra vida es amenazadora! Cuán difícil nos parece a muchos de nosotros vivir en el mundo y sin embargo, no ser del mundo.

Por boca de Isaías llega la palabra del Señor:

"Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad, y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes" (Isaías 13:11). Satanás llevó al Señor a un monte muy alto, y le prometió: "Todo esto te daré, si postrado me adorares" (Mateo 4:9). "Todo esto" se refería a los antros de vicio y los sitios de pecado, satisfacción física y tentaciones lujuriosas.

Desde hace mucho tiempo el Señor formó sus planes con gran precisión, y los declaró en estas palabras: "Porque, he aquí, esta es mi obra y mi gloria: Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre" (Moisés 1:39). Y dijo después: "...para que seáis santificados de todo pecado y gocéis de las palabras de vida eterna en este mundo, y la vida eterna en el mundo venidero, aun gloria inmortal (Moisés 6:59).

Ahora bien, las obras de la carne son muchas, según lo expresa el apóstol Pablo: ". . .vendrán tiempos peligrosos (ya los tenemos aquí). Porque habrá hombres amadores de sí mismos. . .sin efecto natural...intemperantes". (2 Timoteo 3:1-6). Entregados "...a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra la naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros... inventores de males. . ." (Romanos 1: 26, 27, 30), ladrones, borrachos, estafadores.  "¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera pues, que quiera ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios" (Santiago 4:4).

Estos son algunos de los indecorosos hechos y actividades que llamamos el mundo.

Poco antes de la crucifixión, el Señor suplicó "No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal" (Juan 17:15). Esta es la oración que continuamente repetimos, y nuestro esfuerzo mayor consiste en ver que todos los miembros de la Iglesia se santifiquen mediante su rectitud. A aquellas censurables transgresiones, el apóstol Pablo dio el nombre de "doctrinas de demonios" y a sus autores él llama "espíritus engañadores". (Véase Timoteo 4: 1 ) Estas tergiversaciones de la vida normal no han cambiado en este siglo, salvo que posiblemente se han vuelto más viles y licenciosas, más vulgares y degeneradas.

Suplicamos a nuestros miembros en todas partes: "Someteos, pues a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros" (Santiago 4:7). Nuestro sermón es de reafirmación y confirmación. Instamos a nuestros miembros a que permanezcan "en lugares santos", (D. y C. 45:32) y lo que decimos hoy, no es doctrina nueva, sino tan antigua como el día de la creación.

Puede haber algunos que tengan un sentimiento general de inquietud por motivo de las condiciones del mundo y la influencia cada vez mayor de la maldad, pero el Señor dijo: ". . .mas si estáis preparados no temeréis" (D. y C. 38:30), y también: "La paz os dejo...no se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27). Habéis venido aquí en busca de orientación, el propósito de vuestros líderes es proporcionaros esa dirección. Al oír hablar a los hermanos, sentiréis la inspiración de nuestro Señor. El evangelio trae propósito a nuestra vida y es el camino que conduce a la felicidad.

(Spencer W. Kimball, Conferencia General, abril de 1974)