Google

jueves, 14 de octubre de 2010

Lo fundamental de seguir a Nuestro salvador y aprender de El.

Cristo_resucitado

"Evidentemente, la esencia misma de nuestro deber y del requisito fundamental de nuestra vida terrenal ha quedado captada en esas breves frases de diversas escenas del ministerio terrenal del Salvador. Él nos dice: ‘Confiad en mí; aprended de mí; haced lo que yo hago; y cuando recorráis mi camino, entonces hablaremos de la dirección que vosotros seguís y de las tribulaciones y de las pruebas que encaráis. Si me seguís, yo os sacaré de la oscuridad". Él nos promete: ‘Os daré respuesta a vuestras oraciones y descanso para vuestras almas’."
"Mis amados amigos, no conozco otra manera de tener éxito y seguridad entre todos los riesgos y problemas de la vida, ni conozco otra forma de llevar nuestras cargas ni de hallar lo que Jacob, en el Libro de Mormón, llamó: ésa felicidad que está preparada para los santos’."
"Mi deseo en el día de hoy es para todos nosotros –no tan sólo para los ‘pobres en espíritu’, sino para todos- que tengamos más experiencia personal y directa con el ejemplo del Salvador. A veces buscamos lo divino de manera muy indirecta, concentrándonos en los programas, en la historia o en la experiencia ajena, lo cual es importante, pero no tanto como la experiencia personal, como el ser un verdadero discípulo, y la fortaleza que se recibe del experimentar personalmente la majestuosidad de la influencia de Él."
"Desde el principio, el confiar en Su ayuda ha tenido por objeto darnos el motivo y la manera de mejorar, el incentivo para dejar a un lado nuestras cargas y labrar así nuestra salvación. Podrá haber y habrá muchas dificultades en la vida; no obstante, el alma que viene a Cristo, que conoce su voz y se esfuerza por hacer como Él hizo, recibe, como dice el himno, ‘la fuerza para a otro levantar’."
"El Salvador nos recuerda que nos tiene ‘… grabados en las palmas de Sus manos…’. Al considerar el incomprensible precio de la Crucifixión y de la Expiación, les promete que Él no va a darnos la espalda ahora. Cuando Él dice a los pobres en espíritu: ‘Venid a mí’, lo que quiere decir es que Él conoce el camino hacia la salida y hacia el cielo. Lo conoce porque Él ya lo recorrió. Conoce el camino porque Él es el camino."
"Hermanos y hermanas, cualesquiera que sean sus problemas, por favor no se den por vencidos y por favor no cedan ante el temor. Siempre me ha conmovido el hecho de que, al partir su hijo a su misión en Inglaterra, el hermano Bryant S. Hinckley abrazó al joven Gordon y le entregó una nota escrita a mano con sólo cuatro palabras del capítulo cinco de marcos: ‘No temas, cree solamente’."
"También pienso en aquella noche cuando Cristo se apresuró para llegar a ellos y ayudar a Sus atemorizados discípulos, cuando anduvo sobre el agua y les dijo: ¡tened ánimo; yo soy, no temáis!’. Pedro exclamó: ‘Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas’. La respuesta de Cristo fue la que siempre es: ‘Él dijo: Ven’. Al instante, como era su naturaleza, Pedro descendió de la barca a las agitadas aguas. Mientras sus ojos permanecieron fijos en el Señor, el viento le sacudía el cabello y el agua le empapaba el manto, pero todo estaba bien, porque venía a Cristo. Fue sólo cuando su fe vaciló y el temor se apoderó de él, sólo cuando quitó los ojos del Maestro para mirar las furiosas olas y el alarmante abismo negro, sólo entonces empezó a hundirse en el mar. Con nuevo terror, gritó: ‘¡Señor, sálvame!’. Sin duda con algo de tristeza, el Maestro, que domina toda dificultad y todo temor, que es la solución de todo desaliento y desánimo, extendió la mano, asió al discípulo que se ahogaba y con esa tierna reprensión le dijo: ‘¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?’."
"Si se sienten solos, por favor, sepan que pueden hallar consuelo. Si se sienten desanimados, por favor, sepan que pueden ser sanados."

(Thomas S. Monson, Liahona, Mayo de 2006, págs. 69-71)

No hay comentarios:

Publicar un comentario