Google

martes, 3 de agosto de 2010

Haciendo la Obra Vicaria por mis antepasados.

“Me hallaba buscando a la familia de mi madre, la familia Greenlaw, una familia que había dejado Escocia y se había establecido en Maine (Estados Unidos). Con el tiempo mis investigaciones me llevaron a la sede de las Daughters of the American Revolution (DAR) [Hijas de la Revolución Estadounidense] en Washington, D.C., Estados Unidos, que se encontraba bastante cerca de mi casa en Maryland… “La noche anterior a mi viaje a la sede de las DAR, desperté de un sueño profundo al escuchar la voz de un hombre que me decía suave pero insistentemente: ‘Encuentra a Iby’. Pronunció el nombre ‘Ay-bi’. Desperté con la idea de que había alguien en el cuarto, pero como la voz tenía un tono calmado y el mensaje no resultaba amenazador, no sentí miedo. Miré a mi alrededor, pero no había nadie; aun así llegué a la conclusión de que había sido una experiencia real. No obstante, esa noche desperté dos veces más escuchando la misma voz que me pedía que encontrara a ‘Iby’. “Por la mañana mencioné esa experiencia poco usual a Jeannie, mi esposa. No había nadie en la familia Greenlaw con ese nombre, pero después de pensar un rato, se acordó de que los primeros miembros de la familia Johnson (la línea de su padre), de quienes había registros, eran Benjamin e Isabel, a quien llamaban ‘Iby’.

“Hice el viaje a Washington pensando todo el tiempo en los Greenlaw… “…Pasé tres horas y media de las cuatro asignadas totalmente frustrado… Encontré muchas familias Greenlaw completas, pero ninguna de ellas pertenecía a mi línea directa. “Finalmente, me vino nuevamente a la memoria aquella voz suave: ‘Encuentra a Iby’… Fui a la sección de Carolina del Norte y, al azar, tomé del estante un manuscrito de tapa azul…

“…Abrí el libro y me quedé viendo la página en la que se abrió… “En aquella página delante de mis ojos, el título mecanografiado de un documento incorrectamente archivado declaraba que lo que seguía era el testamento de Samuel Gillmore.

“Samuel dejó propiedad a su hija Isabel, conocida también como Iby, y a su marido Benjamin Johnston [no Johnson] de Gulf.

“Dos pequeños detalles: un testamento mal archivado y un cambio en el apellido. “Había encontrado a Iby. La había hallado porque alguien quería que la encontrara… porque yo la podía ayudar y porque la obra de realizar vicariamente los bautismos y las otras ordenanzas por los muertos forma verdaderamente parte del plan de un Padre Celestial que nos ama y que quiere que todos regresemos a Su presencia”

(Edwin Greenlaw Sapp , “Find Iby”, Ensign, julio de 1991, págs. 42–43).

No hay comentarios:

Publicar un comentario