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sábado, 10 de julio de 2010

Mi Apariencia

Duoglas Callister.

 

“Una vez conversé brevemente con la gran actriz Audrey Hepburn mientras se encontraba filmando la película Mi Bella Dama. Me habló de la primera escena en la cual ella representa a una joven florista, pobre y sin educación; le habían ensuciado la cara con carbón para que su aspecto estuviera de acuerdo con lo que le rodeaba. ‘Pero’, agregó con mirada picaresca, ‘me puse perfume para recordarme que por dentro todavía era una dama’. Para ser una dama no es necesario el perfume, pero sí se requiere aseo, modestia, autoestima y orgullo en la apariencia”.

(Douglas L. Callister, Liahona, junio de 2009, págs. 27-30)

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